Dando pecho

Lilypie Breastfeeding tickers

miércoles, 5 de octubre de 2011

¡¡A comer!!

Menos mal que no todos los deseos de mi madre se hacen realidad. Yo de pequeña comía fatal, y durante años he tenido que oir: "Ojalá cuando tengas hijos coman tan mal para que veas lo que se sufre", o algo del estilo. Afortunadamente Adriana es un monstruo que devora casi todo lo que ve, y siempre quiere probar cosas nuevas.

Ha comido bien desde que nació, se enganchó al pecho y ya no paró. Y por si no le tenía bien cogido el truco cuando se puso malita perfeccionó la técnica, pues eso de estar mes y medio con diarrea y deshidratándose continuamente, pues lo tenía que reponer continuamente, y como tenía el estómago muy chiquitín estaba todo el día (literalemte todo el día y la noche) comiendo.

Por cierto, que muy listas las de la neonatal con sus horarios de comida cada 3 horas, cuando lo que necesitaba era comer todo el rato de seguido. Así que lloraba la pobre y me mandaban pasar dentro otra vez a darle de comer. Y encima me animaban a darle suplementos (yo tenía leche de sobra para alimentar una ternera pero alguien pretendía que le diera suplementos, ja! Todavía de acuerdo de las caras que ponían cuando les daba todos aquellos biberones de leche materna para que se los dieran de madrugada.) En fin, a lo que vamos.

Cuando empecé a trabajar de nuevo, en febrero, tuvo que aprender a coger la tetina del bibe (y Josu a dársela), al principio era un auténtico desastre, la niña no comía, así que se ponía las botas cuando yo llegaba a casa, y durante el resto de la tarde y noche. Pero poco a poco fue aprendiendo, aunque sin muchas ganas.

Empezó la guarde y pasaba más de lo mismo, pero como ya estábamos acostumbradas daba igual.

Más tarde empezamos con las frutitas, y averigüé porqué en los anuncios de detergentes todo el mundo se queja de las manchas de frutas, que normalmente acababan en mi pelo, en el suyo, dentro del body, en el suelo de la cocina... pero era gracioso ver cómo tan pequeña cogía la cuchara con una mano, cogía la frutita con la otra, se la llevaba a la boca e intentaba mamar frutita!!!

Después los cereales, que iban en el bibe de la guarde, y más tarde aterrizaron en las frutitas. Ahora los toma en sopita de estrellas, pan, arroz pasadito....

Luego el puré de verduras, ya le teníamos cogido el callo a la cuchara. Con el aceite de oliva del pueblo está mucho más rico, y le ha salido cantidad de pelillo en esa cabeza que estaba calvita. Y más tarde carne, luego pescado blanco... Nos faltan pocas cosas: el huevo, legumbres, pescado azul, resto de frutas y cosas a las que yo soy alérgica, y resto de verduras.

Aunque sea complicado quitar manchas y pegotes de algunos sitios es una maravilla ver cómo alarga la mano, coge lo que sea y se lo lleva a la boca, lo saborea y pide más. Así se ha comido mogollón de aspitos, limón con pan, sandía que se escurría por el brazo, jamón, cualquier carne que comíamos nosotros, incluyendo cerdo al ajillo en cáceres, que le encantó, así como secreto ibérico y otras cosas ricas, como el helado de limón.

¡Ojo! Que no todo lo que se lleva a la boca es comida, así que hemos tenido que estar muy pendientes de ella. Me ha dado la impresión que últimamente hay menos pelusas por ahí, no sé... Está la casa como más limpia, pero esto ocurre en dos fases:
    Fase 1: La siembra: le damos un trozo de pan o lo que sea, lo mira, se lo mete a la boca, lo saca, lo muerde, acaba con un cacho en cada mano y otro en la boca, lo guarrea y finalmente se lo come, aunque deja un caminito de migas por toda la casa.
    Fase 2: La recolecta: cuando ha terminado pasea por toda la casa recogiendo las miguitas, las que se le escapan, que son muy pocas, las recoge con el pelele de camino. Cuando ya no encuentra más viene y pide ¡más!


Otro día os cuento su evolución con la lactancia materna, pues todo va cambiando, jeje!!

jueves, 14 de julio de 2011

De Vacaciones en Coria

Como eva queria ir al pueblo pero yo no podia (hay que trabajar), al final madre e hija se han ido una semana al pueblo con los abuelos.

Desde el sabado pasado la niña campa a sus anchas por el jardín de la casa de los abuelos, medio en pelotillas debido al calor que hace, persiguiendo bichos de campo y comiendo flores.

Tienen una pequeña piscinita para ella, (creo que la llenan con una sola garrafa de agua) y Adriana se lo pasa genial con unos cubitos que tiene donde coge agua y la tira por ahi.


Miedo me da cuando vuelvan, se esta acostando cuando quiere, levantandose a cualquier hora, todo el rato le estan haciendo caso la madre y los aitites, etc. Cuando vuelva va a estar todo el dia protestando, aqui no tiene jardin, le ponemos ropa, hace calor y no tiene su piscinita, y lo que es peor, no puede seguir a los bichos del jardin, con lo entretenido que es.

Bueno, este sabado tengo que bajar a recogerlas. Ya tengo ganas de verlas. Adriana ya tiene dientes, pero eso ya os lo contara Eva en otra entrada.

PD: Afortunados nosotros que la niña hizo el viaje estupendamente, pararon a comer a las 3 horas (+/-) y se paso la mayoría del viaje durmiendo o entretenida con la musica y el paisaje.

jueves, 24 de febrero de 2011

De excursión por la cama grande

Hay muchos sitios donde dormir cuando eres bebé, puede ser un cuco-moisés, el cochecito, la cuna grande, cualquier otro sitio donde tengas sueño...  El mejor de todos es en brazos de mamá, pero para pasar la noche es mejor aún la cama grande de papá y mamá. (Porque mamá se cansa y no puede tenerla cogida 6 horas seguidas).

En un principio Adriana dormía en el cuco, que trasladábamos por toda la casa, pero como nació por cesárea la verdad es que sobretodo por la noche, era bastante doloroso incorporarse de la cama, inclinarse sobre el cuco, volver a levantarse y tumbarse en la cama con la niña en brazos. En serio, es terrible. Así que Josu tenía que cogerla por la noche, saltando por encima de mí y haciendo cabriolas para no caerse.

Al final vimos que la cuna grande, que ya habíamos comprado, tenía el colchón a la misma altura que el colchón de nuestra cama, y además, por el tipo de cuna que es, se le puede soltar un lateral sin que se desmonte. El resultado es que tenemos una cuna sidecar, que nos da mucha tranquilidad y sobretodo a mí,  comodidad. Si tiene hambre sólo tengo que alargar el brazo y traerla a la cama conmigo, si se le cae el chupete alargo el brazo y lo busco sin moverme, si quiero ver cómo duerme sólo tengo que girarme en la cama.

Creo que es la mejor idea que hemos tenido. Os lo recomiendo a todas. Si la cuna no coincide con el colchón se coge el taladro y listo. A ver si saco una foto de la habitación y os lo enseño.

A lo que iba con lo de explorar la cama grande. Resulta que como los colchones coinciden, algunos días estoy viendo que, como se mueve como un gusanito, se acerca más a mi y se queda muy cerquita, a mi me da miedo aplastarla y me muevo para el otro lado. Entonces ella se junta más y yo me vuelvo a mover. Así acabamos de excursión por todos los rincones de la cama, yo escapando y ella persiguiéndome.

Otras veces, depende de qué pecho le toque comer, directamente la dejo en la cama, ente nosotros dos. Josu (que es muy espabilau) casualmente se gira para el otro lado, por si la niña llora. Ella le pellizca la espalda (¡pero qué niña más lista!) y se gira hacia mi lado, y comienza de nuevo la persecución. Resultado: no es la primera mañana que amanezco dentro de la cuna. Por cierto, es bastante cómoda y tener encima de la cabeza un móvil con animalitos que giran tiene su encanto.







viernes, 18 de febrero de 2011

El sonido más bonito del mundo

Algunas veces me han preguntado si Adriana tiene la carita como me la imaginaba. La verdad es que no me imaginaba su carita, no había pensado en ello. En lo que tampoco había pensado es en su voz.

La verdad es que al principio sólo oyes su voz con el llanto, y cada 2-3 semanas le ha ido cambiando la forma de llorar, aunque siempre la hemos reconocido. Evidentemente en casa es la única bebé, pero cuando estuvo malita en el hospital había otros, y aunque nos mandaran salir de la sala sabíamos si la que lloraba era ella.

Según ha ido pasando el tiempo hemos oído sus primeros gorgoritos, que han pasado a ser sus primeras respuestas: "¿Quién es la más pelona?" Y ella contesta. Pues ahora ya no son sólo respuestas, son auténticas conversaciones bastante largas, en las que me cuenta sus cositas y yo le cuento las mías. Cuando alguna palabrita es difícil me mira cómo la digo yo e intenta imitarme.

También ha empezado a reirse. Primero empezó a parecer que sonreía, luego sonreía con la boca bien abierta y sacando la lengua, después ha empezado a reirse un poquito. Nos faltan las carcajadas.

Josu dice que me enredo en un bucle: "Eres la más bonita; sííí, la más bonita, princesa linda, la más linda, mi princesa, bonita..." Y también dice que ella habla y que soy yo quien balbucea. Yo creo que es envidia, porque sus secretitos me los cuenta sólo a mi.

jueves, 27 de enero de 2011

Durmiendo con una Mama

Bueno, como ya me lo ha pedido en un par de ocasiones la señorita Eva, escribo mi primera entrada en su blog. No se muy bien que poner, la verdad es que no soy muy original, a ver que os puede contar.

Los primeros días son caóticos, pero bueno conseguimos aliviar ese caos reduciendo bastante las visitas los primeros días, aunque hay quien piensa que es peor, pero su opinión no nos importa.

Como ya sabéis la niña al de poco de llegar a casa se puso malita, nada grave, o eso parece ahora, pero claro, cuando ves a los médicos asustarse e ir pasado la patata caliente un paso mas en la escala hospitalaria, hasta terminar ingresada en la unidad de Neonatos sin que nadie te de demasiadas explicaciones ni de lo que le pasa ni del motivo de su ingreso, pues asusta un poco. Al final la pobre lo que tenía es un rotavirus, una especie de virus tipo gastroenteritis (seguro que alguien que sepa de medicina puede decir que no es así) del que puedes vacunar a los bebes cuando cumplen 2 meses, no es que no lo valla a coger, pero parece ser que consigues paliar sus efectos en el niño.

Al final pasamos unos días en el hospital, llegábamos a las 9:00 para la primera toma y nos marchábamos a eso de las 22:00 de la noche, después de la última que le dábamos nosotros.
Pero al final todo fue bien, la niña paso la peor parte del virus la primera noche, que si no lleno 15 pañales no lleno ninguno, y a partir del segundo día solo tuvo fiebre un par de días y un poco de diarrea.

Una vez en casa descubrimos que la niña, por motivo de que sus tripillas se siguen moviendo mucho, secuelas del virus que coletea durante mas de un mes, la niña de vez en cuando llora por que si. No es hambre, no esta sucio el pañal, .... y solo puedes intentar consolarla cogiéndola. Pero no. Los Bilbainos tenemos una gran suerte. La baldosa de Bilbao. Es lo mejor. La pones en el capazo de la silla, bajas a la calle y unos segundos de traqueteo de baldosa hacen milagros. El cochecito según cual sea también ayuda, en nuestro caso el bugaboo, a veces la metes al capazo y se queda dormida, cuando instantes antes no se quedaba dormida en la cuna. El huevo también es bastante efectivo.

Bueno, no se que mas contaros. Ya veis que no soy muy original. Lo único que puedo deciros es que la niña tiene 2 peluches. Un dragón muy chulo que le regalo su mami, y al que llamamos "Gon", y un trapito de esos con cabeza de animal, que se usan para que cojan olor a sus papis, que nos regaló su tía Sandra y que llamamos "Po". Los nombres son la terminacion del nombre del animal. Gon de Dragón y Po de trapo, lo digo porque alguna persona se dará cuenta de que comparten noombre con los peluches, je je je...

Agures ...

lunes, 24 de enero de 2011

Con ruido mal, sin ruido ¡peor!

Es cierto que cuando estás agotada te duermes con truenos y cañonazos, pero no cuando tu bebé hace ruiditos.
Parece que durante el día un recién nacido no hace ruido, pero en cuanto todo está en silencio comienzas a oir una variedad de gruñidos, bostezos, respiraciones aceleradas, estornudos, toses y demás ruiditos que se te ocurran.
Y entonces piensas: cuando está despierta no puedo descansar, y cuando duerme tampoco!. Y cuando por fin consigues girarte en la cama y coger postura (que no es tan fácil con una cesárea), se hace el silencio más absoluto que te imaginas, ni siquiera le oyes respirar.
En ese momento te da igual el dolor de la herida y matarte de camino, corres a encender la luz, te acercas a la cuna y allí está, durmiendo tranquilamente mientras a su madre le da un infarto o dos. Entonces piensas que al menos con ruidos sabes que está bien, y te echas de nuevo en la cama, eso sí, con cuidado que duele.

El señor de la bata blanca y la señorita de azul



Han pasado varios días y es hora de visitar al pediatra y a la enfermera. Peso, talla, preguntas variadas y la niña se hace cacas y a cambiar otro pañal. Ha cogido 400gr en 5 días. "¡Está hecha una torita!", dice la enfermera.


Después de muchos consejos saco mi lista de preguntas, que la enfermera va contestando pacientemente. Parece que todo lo que pasa es normal. Le ve el médico y todo está bien. Nos citan para la primera vacuna, la primera de unas cuantas. Aunque no es el primer pinchazo, ya se llevó lo suyo en el hospital.

Es hora de empezar a familiarizarnos con los percentiles, el apiretal, los mocos... y a llevar siempre encima la cartilla de Adriana.

De momento no les ha cogido miedo a ninguno de los dos, a ver qué pasa.

martes, 21 de diciembre de 2010

¡¡Adriana ha nacido!!


¡¡Hola a todos!!:

Os presento a Adriana. Nació el 29 de noviembre mediante cesárea urgente después de llevarnos un buen susto, pero ya estamos las dos bien y el papá está encantado, con ojeras hasta el cuello, pero encantado.

Pesó 3195 gr y midió 50,5 cm; y está creciendo a un ritmo increíble.





Muchas gracias a todos por compartir con nosotros el embarazo. A partir de ahora os contaremos cómo va creciendo y las cosas que aprende.