Dando pecho

Lilypie Breastfeeding tickers

lunes, 24 de enero de 2011

Con ruido mal, sin ruido ¡peor!

Es cierto que cuando estás agotada te duermes con truenos y cañonazos, pero no cuando tu bebé hace ruiditos.
Parece que durante el día un recién nacido no hace ruido, pero en cuanto todo está en silencio comienzas a oir una variedad de gruñidos, bostezos, respiraciones aceleradas, estornudos, toses y demás ruiditos que se te ocurran.
Y entonces piensas: cuando está despierta no puedo descansar, y cuando duerme tampoco!. Y cuando por fin consigues girarte en la cama y coger postura (que no es tan fácil con una cesárea), se hace el silencio más absoluto que te imaginas, ni siquiera le oyes respirar.
En ese momento te da igual el dolor de la herida y matarte de camino, corres a encender la luz, te acercas a la cuna y allí está, durmiendo tranquilamente mientras a su madre le da un infarto o dos. Entonces piensas que al menos con ruidos sabes que está bien, y te echas de nuevo en la cama, eso sí, con cuidado que duele.

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